El cantante británico celebra su cumpleaños sincerándose sobre la depresión, drogadicción, éxito y declive a lo largo de su carrera.

La vida de Robbie Williams ha estado marcada por importantes sucesos, así lo ha dicho en la serie documental de Netflix mediante la cual se animó a mostrar su costado más vulnerable. Nació un 13 de febrero de 1974 en Stoke-On-Trent, Inglaterra, Reino Unido y con 50 años pasó del éxito total a una absoluta oscuridad. Parte vital de su recuperación se debe a su esposa Ayda Field, quien pudo ayudarle en su proceso para salir adelante.

A sus 16 años de edad, Williams hizo parte de la banda juvenil Take That y desde eso, el éxito no tardó en llegar. A su corta edad estaba lleno de conciertos, fama, seguidoras al igual que de excesos: “éxtasis, cocaína, alcohol. Me bebía una botella de vodka la noche antes de los ensayos. El comienzo fue divertido, era algo grande y luego se convirtió en algo inmenso”, reconoció el cantante.

Dejó la banda por problemas con sus integrantes y optó por continuar en solitario, en 1997 alcanzó la fama mundial con su tema “Angels”. Sin embargo, para ese entonces su terapeuta ya le había diagnosticado depresión. El sentimiento de cantar con un estadio repleto y a la vez sentir ganas de morir hacía que buscara llenar vacíos con estimulantes y relaciones sin sentido.

Después de entrar en rehabilitación varias veces y tener relaciones con diferentes mujeres, se mudó a Estados Unidos para buscar recuperarse y reiniciar, allí conoció a su actual esposa, la actriz Ayda Field. A pesar de muchos tropiezos, recaídas y experiencias paranormales, el artista hoy vive en paz con su familia con quien prefiere afrontar siempre los malos recuerdos del pasado.