En una industria acostumbrada a lo predecible, Queen se atrevió a lanzar una canción de seis minutos sin estribillo, con ópera, rock y balada, que terminó marcando un antes y un después.

Hoy, 31 de octubre, se cumplen 50 años del lanzamiento de Bohemian Rhapsody, el tema más emblemático de Queen y una de las piezas más revolucionarias de la música moderna. La canción vio la luz justamente un día como hoy 31 de octubre pero de 1975 como sencillo principal del álbum A Night at the Opera, una obra maestra que rompió con todas las fórmulas comerciales del momento.

Con más de seis minutos de duración, Bohemian Rhapsody se convirtió en un himno que desafiaba la estructura tradicional de cualquier canción de radio.

 

Los productores de EMI inicialmente se negaron a lanzarla como sencillo, considerándola “demasiado larga” y “demasiado rara” para funcionar en radio. Sin embargo, fue DJ Kenny Everett, amigo del grupo, quien empezó a ponerla de manera no oficial en su programa, provocando una avalancha de llamadas que obligó al sello a publicarla.

La canción mezcla seis estilos musicales en una sola estructura: introducción a cappella, balada de piano, solo de guitarra, ópera y parte de rock. Esa mezcla de géneros, sumada a la potencia vocal de Mercury y la virtuosidad instrumental del grupo, la convirtieron en una obra sin precedentes. Hoy, medio siglo después, Bohemian Rhapsody sigue encabezando listas históricas, ha vendido más de 10 millones de copias y continúa siendo un referente absoluto en la historia del rock y la cultura popular y hasta del cine.